Aunque no es una cifra estadística exacta, es muy común que, entre grupos de amigas, se repita constantemente el siguiente patrón: Conoces a un chico. Se gustan. Salen una o dos veces. Algún tiempo después, el chico pierde el interés y comienza a dejarte en visto. Un nuevo capítulo más del ‘Síndrome del pene de oro’.
¿Alguna vez te ha sucedido? No estás [email protected], y muchas veces ni siquiera tiene que ver con algo que hayas dicho o hecho durante la cita o por chat. Responde a una tendecia que actualmente prolifera cada vez más entre los del sexo masculino, que responde a una cuestión de percepción estadística.
Sí, hablamos del ‘Síndrome del pene de oro’. Por si te lo preguntas, sí. Es tan desagradable como suena. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo y quédate al final de este post. Puede que esto le dé sentido a todas las veces que te dejaron en visto.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL PENE DE ORO?
Primero lo primero: vamos a definir de qué se trata todo eso del ‘Síndrome del pene de oro’. Como decíamos, es una cuestión basada en cierta percepción estadística y que se ha transformado en un modelo de citas modernas. ¿El origen? Un desequilibrio (y esto sí tiene basamento estadístico) de la cantidad de mujeres por cada hombre heterosexual.
El término comenzó a ser usado en el Sarah Lawrence College de la ciudad de Nueva York. Una institución donde más del 60% de la comunidad estudiantil es femenina.
La comunidad usaba el término para referirse a estos chicos que, al sentirse favorecidos respecto a sus opciones, ponían poco esfuerzo en sus relaciones. Después de todo, al haber muchos menos chicos que chicas, su proporción promedio estadístico era de al menos 2 chicas por cada chico. Esto, sin contar la proporción de la comunidad homosexual que debía restarse del número total.
En pocas palabras, el ‘Sindrome del pene de oro’ es una cuestión de oferta y de demanda. El término fue ganando popularidad, cuando el periodista Jon Birger lo utilizó para describir esta tendencia en medios de comunicación digitales, como el Daily Mail.
Según entrevistas personales que él mismo realizó, asegura que muchos hombres son conscientes de este desequilibrio y lo usan en su beneficio. Y lo que es peor, no es algo que se queda en los años universitarios. Trasciende a la vida adulta.
UNA CUESTIÓN DE PROPORCIONES
Como explica Birden, además, no es sólo una cuestión de dejar en visto o limitar el esfuerzo que un hombre heterosexual pone o no en sus relaciones. Puede escalar mucho más allá, hasta transformarse en una disociación en la percepción de la mujer misma.
Para empezar, si hay menos hombres disponibles que mujeres disponibles, la cultura de la monogamia parece impráctica. Los hombres comienzan a ver sus relaciones y parejas como “desechables”, ya que les parece que no les costará encontrar algo diferente o mejor.
Así que, si eres una chica que ha sido víctima de esta desagradable tendencia, entiende lo siguiente: no hay nada malo contigo, no mereces ese trato. Si para alguien eres la segunda opción, esa persona no debería tan siquiera estar en tu lista de opciones.
Por otro lado, si eres un chico que ha caído consciente o inconscientemente en el ‘Síndrome del pene de oro’, ten algo bien claro. La vida es un bumerang, y la falta de responsabilidad emocional es más grave de lo que crees ¿Quién sabe? Puede que al próximo que dejen en visto sea a ti.