Una noche mágica que mezcló la coctelería exclusiva de su mezcal Montelobos y grandes beats.
Montelobos, el mezcal en serio, continúa expendiendo su territorio con sus tradicionales y mágicas Noches de Lobos. Estas celebraciones son una serie de místicas y exclusivas fiestas en homenaje a la luna, los dones y bondades que la tierra nos da y a nuestro ancestral lobo primitivo. Y en esta ocasión, tuvo lugar por primera vez en nuestra ciudad de Guadalajara, Jalisco; tierra que ha visto crecer y plasmar su esencia y raíces mexicanas.
Bajo un llamado a la manada para recargarse de la mejor vibra, el pasado jueves 24 de noviembre, mezcal Montelobos celebró su última Noche de Lobos del año en tierras tapatías: misma fiesta que se ha replicado con rotundo éxito en diferentes ciudades de la república como CDMX, Oaxaca y San Miguel de Allende.
Una noche mágica llena de misticismo, magia y tradición mezcalera donde los amigos más cercanos de la marca fueron parte de un ritual único y con la mejor vibra. En punto de las 8 de la noche, cuando la luna hizo su aparición, se abrieron las puertas de esta gran fiesta en la que los asistentes tuvieron oportunidad de disfrutar de los beats de Jngle J y Astros de Mendoza, en compañía de una exclusiva coctelería de la marca cortesía de su brand ambassador, Eduardo Salgado.
“Queremos seguir conectando con nuestros consumidores y entregarles experiencias y eventos únicos. De esta manera seguir enalteciendo el legado de nuestra mexicanidad; y qué mejor forma de hacerlo a través de plasmar grandes momentos con bellos recuerdos y tradiciones en nuevos lugares”.
· Lucía Olvera, Directora de Marketing de Grupo Campari.
Expandir esta filosofía y valores como marca a diferentes lugares de la República Mexicana y otros países le da a Montelobos una identidad única. Y un claro ejemplo de cómo esta identidad es plasmada a la perfección, la podemos encontrar en su mezcal, ya que este no solamente nos ayudará a honrar las raíces mexicanas y asegurar su trascendencia; sino también le abre camino a la consolidación como algo fundamental para vivir momentos únicos, acompañados de una coctelería ancestral.
