El ser humano es de naturaleza curiosa y morbosa. Sin importar cuánto nos refrene la moral, siempre hay instintos a los que, como animales, no podemos renunciar. Son estos instintos los que dan pie a prácticas sexuales extremas y alejadas de lo cotidiano, como por ejemplo, el BDSM.
Para entender de qué va esto, lo primero que debes saber es el significado de sus siglas: Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo. Una sesión de BDSM estándar suele incluir dos o más de estas prácticas. Sin embargo, actualmente se incorporan otras tantas como el fetichismo.
¿Quieres conocer más del BDSM como práctica sexual e incorporarla a tu vida íntima? Además de consultar con tu pareja (una condición que es irrenunciable), te invitamos a revisar estas definiciones y consejos.
LA TERMINOLOGÍA APROPIADA
El «BDSM» como término comenzó a sonar alrededor de 1990. Para ese momento, visto más como una fantasía que como una práctica, consistía en erotizar la dominación.
A partir de sus cuatro conceptos clave, surgió la práctica que hoy muchos conocemos de cine y cama.
Aunque muchos utilizan términos como «sadomasoquismo» o simplemente «sado» cuál sinónimos del BDSM, esto no es del todo preciso. Estos términos solo hacen referencia a una parte de lo que el BDSM implica.
Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo. Una sesión de BDSM suele incluir dos o más de estas prácticas.
En sentido amplio, y estrictamente vinculado con sus siglas, el BDSM implica:
- Bondage: Aunque hay mucho background de por medio, este término hace referencia en la práctica a las relaciones de poder desiguales y, por tanto, a las ataduras implícitas (órdenes) y explícitas (cuerdas y nudos).
- Disciplina: Probablemente a tu cabeza venga el rostro de tu maestra más cruel de la primaria, y quizás lo más gracioso es que, en efecto, la cosa va por ahí. Este término conecta con todas las prácticas eróticas asociadas al adiestramiento, las reglas, los castigos y protocolos.
- Dominación: Como concepto, puede llegar a ser muy amplio. Sin embargo, en lo que confiere a prácticas sexuales donde intervienen roles de “dominante” y “dominado”. Todo esto, naturalmente, dentro de los límites establecidos por la pareja.
- Sumisión: En contraposición con el término del Bondage, éste hace referencia a las prácticas sexuales dónde se establece un rol de sumisión. Bajo este rol, la persona obedece o deja que su cuerpo y voluntad quede en manos de alguien más.
Aunque no están dentro de sus siglas, el sadismo y el masoquismo también son clave dentro del BDSM. Esto quiere decir que, además de lo anterior, involucra prácticas sexuales relacionadas con juegos de dolor y/o humillación.
CONSEJOS DE INICIACIÓN PARA APRENDER A DISFRUTAR EL BDSM
¿Piensas que estas prácticas sexuales le darán a tu vida íntima la llama que necesitas? En ese caso, toma en cuenta lo siguiente:
NO LE TENGAS MIEDO AL TABÚ
Cuando estamos por probar algo nuevo, es de lo más común sentir algo de miedo. Especialmente, si hablamos de algo con una reputación como la del BDSM. Sin embargo, es importante que entender que este miedo sólo limita el disfrute de esta experiencia.
Para disfrutarla por completo, hay que entregarse por completo y confiar en la pareja.
PENSANDO FUERA DE LA CAJA
Recuerda que el BDSM, como toda práctica sexual, es una forma de liberación. Por tanto, ser creativo es clave para disfrutar al máximo esta o cualquier práctica sexual. No temas explorar o probar todo lo que se les ocurra a ti y tu pareja.
JUGUETITOS BDSM SIEMPRE
Si vamos a pensar fuera de la caja, puede que necesites algo de ayuda. Cuando se trata del BDSM, nada como contar con algunos juguetes para una experiencia mucho más intensa. Ataduras, esposas, látigos o fustas, ¡Hay muchas opciones!
Revísalas y escoge lo que más se adapte a lo que te gusta. Y si quieres un poco de todo, siempre puedes comprar un kit comercial para BDSM. La mayoría suelen tener los elementos básicos necesarios para comenzar a experimentar.
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